martes, 20 de marzo de 2012

Enfoques de la Formación en la Empresa

Las empresas que siguen el enfoque clásico consideran a la formación del personal un gasto más dentro del costo de recursos humanos y como consecuencia de ello tienen el mismo objetivo que el resto de los gastos de la organización: reducirlos al mínimo imprescindible.


Por el contrario hay empresas que siguen un enfoque integrado (sostenido desde un enfoque antropológico de la empresa) considerando la formación como una de las principales inversiones para hacer para el logro de los propósitos de la organización. La formación como un recurso fundamental para la eficacia, atractividad y unidad. “La eficacia, atractividad y unidad son parámetros que abstractamente representan la bondad de una empresa, tanto desde el punto de vista económico (creación de riqueza: eficacia), como del sociológico (capacidad de operar: atractividad), como del moral (capacidad de aplicar sus posibilidades operativas a las satisfacción de necesidades humanas, a través de la correcta definición de las metas de la acción: unidad)” (Pérez López, 2006: 116).


Hay diferencias específicas entre estos enfoques:

  • En el enfoque clásico la formación sólo responde a las peticiones de las unidades funcionales de la organización; ello implica un enfoque reactivo de las acciones de formación pues el objetivo es responder a los problemas que ya existen.
  • Como consecuencia de ello en el enfoque clásico se trabaja a corto plazo, los planes y programas que se diseñen se llevarán a cabo en los próximos 12 meses.
  • Si lo tuviéramos que resumir y denominar de alguna forma, en el enfoque clásico la formación adopta un enfoque táctico.
Por su parte en el enfoque integrado:

  • La gestión de personas participa con vos y voto en la elaboración y definición de los objetivos y planes estratégicos de la organización. Con ello la formación no sólo responde a los problemas planteados por las distintas áreas de la organización,  sino que: al contar con los propósitos de la organización en relación a las personas tendrá definidos los objetivos de formación no sólo en la situación actual de la organización sino en su evolución prevista. La formación adopta así un planteo proactivo: derivando los objetivos de formación directamente de los objetivos y planes estratégicos de la empresa (del planeamiento estratégico de personas) el proceso formativo se inicia con la definición de las exigencias de formación actual y futura.
  • La formación trabaja con objetivos a largo plazo.
  • La formación adopta un planteamiento estratégico.
Con este enfoque las acciones formativas quedan integradas con la estrategia de la empresa y con la gestión de las personas de la misma.